Roma no se levantó en un día.

¿Cómo serán las cosas cuando volvamos a la normalidad? Es la gran pregunta que todos nos hacemos, algunos se atreven a contestar y nadie conoce realmente la respuesta. 

Una cosa es clara, el mensaje del todo irá bien es una utopía. A estas alturas de la pandemia, todos nos hemos hecho a la idea que la vuelta a la normalidad no será de forma brusca, será un proceso, y seguramente muy largo.

Una vez superado el shock inicial, ahora debemos centrarnos en el futuro, pensar que pueden hacer las empresas para recuperar la normalidad, eso significa trabajar a largo plazo.

Estos días encerrados en nuestras casas son el momento perfecto para reflexionar sobre el rumbo de la compañía, definir los puntos a mejorar y analizar los cambios que esta situación generará en el consumidor.

Como ya escribí en este blog, estamos viviendo un cambio obligado y acelerado hacia un mundo digital e hiperconectado y las empresas no deben quedarse atrás.

El Covid-19 nos ha traído varias cosas, una de ellas es un cambio en el modelo de consumo y uno de los grandes retos de las empresas debe ser el de adecuar su oferta a este nuevo modelo de consumo.

Otra de las consecuencias de esta pandemia es la obligación de las corporaciones a revisar su modelo de negocio, plantearse si los canales de venta actuales son los adecuados para la era post-crisis o preguntarse si los productos que ofrecen son los adecuados, es otro de los ejercicios.

Como no, también se debe potenciar el canal online. Las empresas tienen que ser conscientes que los canales tradicionales de venta van a perder mucho volumen y todo ese flujo lo ganará el canal online, que debe tener más peso dentro de la organización.

Las crisis te obligan a hacer más con menos.

Hasta luego.

Borja.