Ponte en su lugar

Por circunstancias de la vida, en los últimos meses me ha tocado pedir varios presupuestos. Una empresa ni nos pidió las medidas, otra nos ha pasado medio presupuesto de todo lo que escogimos en la tienda y la tercera, la más cara, es la única que nos pasó el presupuesto completo, en la fecha acordada y se ha interesado en llamarnos para saber si seguíamos adelante.

Siempre decimos que el cliente es el centro, pero cuando llega la hora de la verdad, muchas marcas se olvidan y solo se centran en minimizar costes y tiempos. Estamos tan inmersos en nuestras rutinas que somos incapaces de ver nuestra empresa desde fuera.

¿Hace cuánto que no te compras a ti mismo y vives tu oferta desde el punto de vista del cliente? ¿Hace cuánto que no haces un pedido en tu tienda online? ¿Hace cuánto que no haces fila como cualquier cliente? Esta es la única manera de entender mejor a tus clientes, de comprender sus necesidades y problemas.

Al final, escogimos el más caro. Que, a su vez, es la empresa que mejor nos ha atendido. Llega un momento en el que el cliente antepone la experiencia de compra al precio y es ahí donde existe la verdadera diferencia que hace crecer a una empresa.

Lo que puede parecer dinero perdido, es dinero invertido en la fidelización de un cliente que atraerá nuevos y predispuestos a comprar gracias a la buena experiencia de su prescriptor.

Pensar y actuar igual que nuestros clientes no es fácil, ni tiene un retorno inmediato, pero más dinero cuesta perder a un cliente.

Hasta luego.

Borja