Si vienes a este post a buscar la fórmula mágica para crear contenido de valor no te voy a hacer perder el tiempo. No existe. Si la tuviera, te aseguro que no estaría escribiendo ahora mismo.
No existe la fórmula para convertir en viral un contenido, pero si existen las claves para evitar que nuestro contenido sea irrelevante.
Nadie se sorprenderá si digo que la forma de hacer negocios ha cambiado. Hoy ya no usamos el discurso agresivo y directo de venta que se usaba hace unos años. Ahora, con la aparición de las nuevas tecnologías, los procesos de compra son más largos, por lo que es más necesario que nunca generar contenido de valor que posicione a tu empresa como un referente del sector y mantenerse en la mente del cliente. Eso es lo que tenemos que buscar.
Hacer marketing de contenidos no es crear y crear contenidos sin ningún objetivo ni estrategia. Tener una meta clara y medir las acciones que realizamos es igual de importante que generar contenido de calidad.
Publicar lo primero que se nos ocurre es una forma fantástica de ahuyentar clientes y audiencia. En cambio, si escuchamos a la audiencia, conocemos los temas que le interesan y enfocamos nuestro contenido en función de lo que nuestros clientes necesitan atraeremos a posibles clientes que se interesarán por nuestra marca.
SEO (Search Engine Optimization) Es el proceso de mejorar la visibilidad de un sitio web. No sirve de nada crear contenidos si luego pasan desapercibidos para las personas a los que iban dirigidos.
Cada vez hay más marcas que ofrecen productos o servicios muy parecidos, por eso las marcas que gozan de una buena reputación online serán las que tengan más posibilidad de alcanzar el éxito.
El objetivo final del marketing de contenidos es la conversión. Buscamos clientes y ellos no van a llegar compartiendo un contenido irrelevante o auto promocional.
El contenido (de calidad) es el rey.
Hasta luego.
Borja.